Haydee Santamaría, luchadora del Moncada, la clandestinidad, la Sierra Maestra y el exilio, fue una mujer apasionada e íntegra. Como fundadora y directora de la Casa de las Américas llevó adelante la enorme tarea de consolidar los vínculos culturales de Cuba con el resto de nuestro Continente. Su lealtad a la Revolución Cubana y al liderazgo de Fidel Castro no tuvo fisuras. Su fe en el triunfo de la justicia y su comprensión del papel de la cultura en la liberación del ser humano no decayeron jamás.
Sabemos que, para muchos, los textos aquí reunidos constituirán una novedad y que buena parte de los lectores se sorprenderán al descubrir la estatura deslumbrante de una heroína con aristas hasta ahora desconocidas. No es esta, sin embargo, una selección definitiva, no podría serlo, por lo que esperamos que estimule nuevos acercamientos que continúen aportando luz sobre su figura y sobre las ideas que abrazó y defendió siempre.
El pensamiento de Haydee Santamaría –resultado de una época y de su compromiso político– fue siempre audaz, nunca dogmático ni retórico y puede seguir aportando al ideario de la emancipación en el presente y en el futuro, así como a las luchas de Cuba y otros pueblos por toda la justicia. Es por ello que, como escribió Retamar en el poema que le dedicó a su muerte, la seguimos necesitando.