La Habana esconde el anhelo, la desmesura y el sueño. Sus calles ruidosas y coloridas resguardan historias de personajes y leyendas de casas, plazuelas, avenidas, conventos e iglesias, de portales y fortificaciones. Los nombres devuelven el pasado y hasta las piedras tienen su misterio.
Al andar sus calles vivimos las exuberancias habaneras: enrejados, voces, sábanas colgantes, balcones, aldabas de hierro o bronce con cabeza leonada o un ángel desnudo, veredas adoquinadas, sinuosas y marineras.
La memoria y la palabra revuelan por las páginas de este libro para susurrarnos acertijos y seducciones de La Habana, que vibra en el tiempo, poblada de respiros y huellas.