A partir de la concepción de que cualquier sistema social debe ser sustituido por otro superior, el socialismo como régimen desplaza al capitalismo —cuyo principal desvelo es la burguesía— y centra su atención en el proletariado. Pero a diferencia de Europa, en nuestro subcontinente no tuvo lugar una verdadera revolución industrial, que multiplicase el número de asalariados urbanos.
En Latinoamérica, el primer empeño en lanzarse a la toma del poder vinculado con las ideas socialistas, tuvo lugar en Colombia, a mediados del siglo XIX.