La agradable y diáfana narrativa empleada por Camilo Cienfuegos en las cartas que enviara a sus familiares y amigos durante sus viajes a Estados Unidos y México entre 1953 y 1956, impulsan a la autora y a la editorial Ocean Sur, a mostrarnos, en una suerte de diario, esta faceta poco conocida del joven revolucionario.
El 5 de abril de 1953 el muchacho de 21 años sale de su Cuba natal y, en compañía de su cercano amigo Rafael Sierra, viaja a Estados Unidos con una visa de turista. En su testimonio se aprecian los buenos y también los difíciles momentos que pasó, expresando la nostalgia y la alegría propia de su carácter. Se incluyen las cartas que envía desde México, meses antes de partir en el yate Granma, que muestran sus esfuerzos y anhelo por unirse al movimiento liderado por Fidel Castro.