Revolución, acompañada de reformas radicales permanentes, es lo que una amplia gama de movimientos sociales bolivianos esperan que se profundice a partir de la segura reelección del presidente Evo Morales, en diciembre de 2009. La tensión entre democracia y violencia reaccionaria se hará cada vez más visible, pero una de ellas se impondrá sobre la otra. La capacidad del gobierno para defenderse está en juego. El nuevo intento de quebrantar el proceso por parte del imperialismo y la derecha, está a la vuelta de la esquina.
Quizás en esta cuarta crisis estatal, que es la segunda más larga de la historia republicana, no sea casual que el presidente Evo Morales esté empleando frecuentemente, en la conclusión de los actos de masas, la consigna: «Patria o Muerte, Venceremos».