La Revolución mexicana ha trascendido como una gesta heroica que marcó el inicio de las grandes conmociones sociales del siglo XX. Este proceso, que ejerció una profunda influencia en las luchas de América Latina, potenció la creación de organizaciones campesinas y obreras, de partidos políticos socialistas, de movimientos nacionalistas, antiimperialistas, anarquistas e indigenistas e inspiró a los precursores del pensamiento marxista latinoamericano.
Al calor de los combates militares que condujeron Emiliano Zapata y Pancho Villa, los campesinos mexicanos acumularon el poder necesario para emprender transformaciones de carácter social y político sin precedentes en nuestro continente. Sin embargo, aunque la Revolución mexicana ocurrió hace ya un siglo, las causas esenciales de su estallido continúan vigentes.