Todo cambia en América Latina; y a pasos apresurados; lo peor es que no nos damos cuenta. Los dueños del mundo, del dinero, de los recursos naturales, de los medios de comunicación, han secuestrado la política para ellos; y en dado cupos, en sus gabinetes de mando, a figuras fascistas, artífices de golpes de Estado, ideólogos ultraderechistas, aspirantes a dictadores.